Nunca creí que podría verme en estas. Soy (o era) un hombre hecho y derecho (38 años). Mi vida transcurría con cierta tranquilidad, incluso con cierto éxito diría yo. Reconocimiento profesional, padre de famiia, y con plata suficiente para poder vivir desahogdamente. Pero un día me enamoré locamente y dejé todo por una historia de amor. 

Ay amigos, el amor. Que a veces no es tan bello como lo pintan. Mientras yo seguía enamorado hasta las médulas mi bella musa se afanaba en seguir su vida, sin importarle el que yo me viniera apagando poco a poco. 

Haberla dejado, me dijeron algunos... Pero haberla dejado hubiera supuesto escribir este texto mucho antes. 

Ahora estoy algo más tranquilo, pero a veces el dolor y la angustia son tan grandes que tengo urgencia por acabar con mi vida. Porque dudo que pueda resolver nada. Me da pánico pensar en dejar a mis hijitas huérfanas, pero francamente, estoy tan perdido, que no sé en ocasiones cómo puedo seguir así, para seguir sufriendo. 

Sigo creyendo en el amor, sigo enamorado, aunque mi enamorada parezca haberme demostrado demasiadas veces que aunque lo dejara todo, fue mi problema, que ella nunca me lo pidió. ¿Se producirá el milagro?

Nunca en mi vida amé tanto, y nunca me sentí tan desgraciado.