Recuerdo la primera vez que alguien me dijo "La esperanza es lo último que se pierde" ¿Mi respuesta? "Sí, y lo que más duele perder"

Me llamo R, tengo 19 años y soy un hipócrita, ¿por qué? Fácil: estudio psicología y estoy escribiendo esto.

Siempre me he considerado un chico poco adaptado, ni mejor ni peor que los demás, simplemente poco adaptado. No os engañeis, no es la típica historia en la que no tengo amigos y mi familia no me quiere, los tengo, me quieren y supongo que si os parais a pensarlo eso lo hace en realidad un poco más triste.

Vayamos poco a poco, para que entendais el contexto en el que me encuentro, mi infacia fue mala (sí si como muchas otras, no es nada especial) mis padres se separaron y mi madre fue tan inteligente como para acabar con un hombre que me hacía vivir encerrado en mi habitación hasta el punto de tener que orinar en una garrafa de agua por no ir al baño, si estornudaba venía a gritarme, si tosía, venia a gritarme, si tiraba dos veces de la cadena cuando pedía permiso para ir al baño a hacer necesidades mayores, me zarandeaba y me tiraba al suelo. Creo que empezar mi vida así fue lo que hizo tener una carencia de afecto, siempre me sentía solo. Tranquilos, salí de esa mierda gracias a mi padre, no sin secuelas, pero salí. A los 14 encontré buenos amigos, están ahí para apoyarme y son muy buena gente. Más tarde empecé una relación de dos años a la que me aferré hasta que mi cuenta de que lo hacía para no estar solo, cuando esa relación no iba a ninguna parte y desde hacía tiempo no era feliz. Así que la terminé con ella.

Soy un tío muy raro, para que me entendais, le doy una importancia abismal a las cosas de pareja, creo que eso las hace especiales. Os pondré un ejemplo, hace como 4 años unos amigos quisieron jugar a la botella (tipicas chiquilladas) y me toco con la novia de mi mejor amigo, me disculpé, me levanté y me fui. Aunque a mi mejor amigo no le importase, yo no podía permitirme hacer eso, para mi sí tenía importancia. Supongo que le doy a las caricias, los besos y demás la importancia que muchas personas le dais sólo al sexo.

Y entonces apareció I, fue algo bastante fortuito, encajabamos muy bien. Al cuarto día de darnos el primer beso, la invité a mi casa quería que viese lo bien que se ven las estrellas desde mi azotea, empezó a llover y bajamos a mi casa. Yo no sabía como acabaría esa noche, pero el dia anterior compre zumo y sus galletas favoritas, una cosa llevo a la otra y justo antes de dormir en la misma cama me dijo las palabras que creo harían de ese el momento más feliz de mi vida "Te quiero" (eyy, estoy llorando mientras escribo esto)... Sí, la desperté al día siguiente con el desayuno en la cama. Soy esa clase de tio.

Yo no sabía que estudiar y me contagió su amor por la Psicología (algo que a mi siempre me había gustado, me parece un tema muy interesante y además ayudar a los demás es algo a lo que siempre me he visto motivado). Así que empezamos la carrera a distancia juntos. Y también hubo algunos problemas, por mi condición soy bastante celoso (aunque ella también lo era!) y tuvimos algunas riñas por diferencia de opiniones. Creo que el problema no eran las discusiones, sino que acababamos nerviosos y yo decía cosas de las que al final me arrepentía. 

Aún así las fuimos solucionando, me dejó en Diciembre y volvió, me dejó en Febrero (ah aqui tuve mi primer intento de suicidio) y volvimos. Y por tercera vez me acaba de dejar, al parecer no tiene nada que ver con el último absurdo problema, es que admite que es una rencorosa y ha sacado todo lo anterior que ya habiamos superado (dios, como pude cagarla tanto al principio, aunque admito que también eran cosas por las que muchas más personas se hubiesen rayado, no soy TAN celoso, pero dormir con tu ex en la misma cama... No sé, digamos que no me siento cómodo, ok?).

Mi problema? Puedo perdonarle todo con sólo un beso suyo, ella también me ha hecho daño, también ha dicho cosas que no debía, pero yo las he ido perdonando. Sabeis que me regalo por mi cumpleaños? Una caja en la que recogía todos nuestros buenos momentos juntos, por escrito y ponía "Lo mejor de todo esto es que viviremos juntos muchos más para apuntar" Pero ella a pesar de todo no quiere seguir conmigo, cuando os puedo asegurar que ella nunca antes había sido tan feliz. Ah, añado que siempre se va de forma repentina, estamos bien, hay una disusión y Puff!! Desaparece.

Y así llegamos a mi situación actual, como habeis averiguado tengo un problema de dependencia, pero no es culpa mia, ella fue la que me arrastró a una relación tan íntima, venía todas las mañanas a mi casa y ha sido el mejor año de mi vida. Tengo cita con el psiquiatra el martes a ver si me da anti-depresivos (aunque vivir mi vida en base a una pastilla me parece aún más triste), hace 1 mes que se fue y no quiere verme, no soy capaz de estar todo un día sin hiperventilar, llorar o sufrir un ataque de pánico a no ser que mi hígado esté filtrando alcohol (sí, lo está haciendo en este momento)

Y levantarme cada mañana mientras me veo sólo en mi casa y recuerdo como 3 días antes de dejarme decía "confía en mi, si hay algun problema me quedaréa solucionarlo porque te quiero"... No, no tengo fuerzas, podríais intentar convencerme de que no merecía la pena, o de que lo superaré pero por primera vez en mi vida me he sentido completo... Y ahora mismo aunque volviese que no lo hará, me costaría confiar en ella. Dudo que pueda volver a ser feliz emocionalmente, porque dudo que encuentre a alguien que me llene emocionalmente (ni quiero ahora mismo) y que mis inseguridades que se ven alimentadas por esta ruptura no me dejarían confiar en nadie.

Supongo que en los próximos días intentaré contactar con ella y convencerla de que merece la pena intentarlo, no creo que vuelva (ojalá lo hiciese), sino más bien para poder apagar toda llama de esperanza y poder acabar con esto, no aguanto más ver como día a día me convierto en una sombra del chico amable y simpático que fui.

Lo lamento por los que leeis esto y pensais "pfff vaya mierda de tio, yo tengo problemas peores" Hay muchos tipos de persona diferentes, y prefiero retirarme del tablero de ajedrez que es la vida antes que dejar de ser yo mismo. Soy ateo, después de la muerte no hay nada más que el silencio, y necesito ese silencio.

Si os parais a pensarlo, en comparación con el universo no somos más que diminutas motas de polvo que viven un corto lapso de tiempo. Yo creo que en ocasiones encuentras a alguien que te hace sentir del tamaño de una estrella y no puedes dejarla escapar.

Ánimo a los que lean esto y se sientan identificados. Luchad siempre por lo que querais y nunca os rindais hasta el final, aunque penseis que no teneis posibilidades. Porque cuando realmente te rindes es cuando comprendes que esrás muerto.