Creí haber aprendido a vivir solo sabiendo que ocupaba un lugar en el alma del centro de mis emociones, vivo para que sea feliz y siempre he interpuesto sus necesidades ante cualquier otra cosa en el mundo, conformándome unicamente con el hecho de verle feliz. Mi personalidad ha batallado por preservarse dentro de este amor infinito y no correspondido que siento, días y noches completas pensando en que no esta bien lo que siento, que no puedo seguir forzando la barrera y que nada de lo que haga me hará a mi feliz o al menos establemente feliz. Los minutos a su lado son el paraíso, pero siempre con la intranquilidad de que serán solo eso... minutos, y cada día los esfuerzos son mayores por conseguirlos. en algún momento tuve el valor para terminar con todo y todo salio mal y lastime a muchas personas a las que jamas quise hacer daño. No puedo culparle por no sentir lo que yo, no tiene como saber cuanto me lastima lo que para mi es su desprecio. nadie puede imaginarlo. pero la verdad es que nada de lo que he logrado en mi vida y lo que tengo tiene alguna importancia para mi, y debo decirlo honestamente, simplemente no lo controló, no puedo manejarme al menos internamente, al menos tengo o adquiri con el tiempo la facultad de no exteriorizar mi dolor. Pero mis días completos son en zozobra, se me van en pensarle, en pensar si hice algo malo, en buscar cualquier pretexto para hablarle pero siempre así consiga lo que este buscando en el momento, la sensación de vacío no me abandona. se que tiene un lugar importante para mi, no el que yo quisiera tener y no me interesa obligarle, de igual forma soy infeliz y todos estos años me han servido para darme cuenta de que así no quiero vivir, l es lo ultimo que puedo hacer pensando un poco en mi y sin dejar de pensarle. Lo volveré a intentar, sin los errores del pasado y llegara el día en que ya no pueda mirar y ya no pueda pensar.