Hola a todos. Llegué acá desde una página sobre maneras de suicidarse. No pienso usar esta página como apoyo ni consolarme con personas que pueden estar pasándolo peor. La verdad que creo que la depresión no entiende los motivos, solo es depresión más allá de cuán grave sea el malestar. Mi depresión es bastante profunda, sobrepasa estrechamente los límites que mi ser pueden soportar. Con 14 años ya fui excluída, anoréxica, obligada a ir el psiquiatra, recetada con varios tipos de antidepresivos, autoflagelada, etc... además de los típicos sentimientos adolescentes de incomprensión y soledad, solo que multiplicados por mil. 

Acá les paso a contar. Hasta mis 10 años fui bastante feliz. Hay algunos recuerdos borrosos y dolorosos que me gustaría no recordar, como la separación de mis padres y sus anteriores continuas peleas, el hecho de que todos los chicos pensaban que era asquerosa por mi sobrepeso (hasta mi abuela más de una vez me recordaba lo gorda que era. Me acuerdo de estar en la primaria y que algún varón haga algún comentario sobre mí el cual era seguido por las risas de los demas. Pero más allá de eso, era feliz. Luego al cumplir mis 11 primaveras, que más que primaveras eran contínuos inviernos, empecé a darme cuenta de las cosas, entré en esta asquerosa adolescencia que maldigo a cada momento y voy a odiar por el resto de mi vida, si sobrevivo. Empecé a sufrir continuamente por ese par de kilos, que ya no eran tantos, pero seguía sin ser el modelito estúpido que tenían (y tienen) todas mis amigas. Empecé a darme cuenta de que nunca tendría esas familias que tenían mis compañeras, esas madres que eran amigas y parecían entenderlas y apoyarlas en todo. Mi mamá es como si siguiese viviendo en los 60, todo tiene que ser perfectamente como es. sin cambios. Es una loca de la limpieza y el orden con muy poca paciencia. Hay que conocerla y tener cuidado en todo lo que decís porque con un detalle ya puede hacerte la cruz de por vida. No banca a ninguna de mis amigas y a veces creo que ela sería mas feliz si yo fuese como mi hermano, un hermitaño sin amigos, que rara vez sale de casa sin mi mamá, que se desquita conmigo por no tener nada interesante para hacer, con una hermana (yo) que arruinó su existencia de hijo único consentido. Mi papá, vive en otra casa, lo veo casi todos los días, generalmente está de buen humor aunque sé que no la pasa muy bien. Vive para nosotros, tampoco tiene amigos, ni sale. Lo único que hace es trabajar y visitarnos. Hace poco falleció su mamá (mi abuela) aunque no tenía trato con ella desde hacía bastante. El resto de mi familia son antipáticos, que se ofenden por el vuelo de una mosca, que viven para quejarse de sus pesares y tampoco tienen una vida social activa. Vuelvo a mi historia, creo que hace alrededor de 3 años que no soy feliz, en absoluto. En primer año de secundaria fue por pasarlo practicamente sola, me sentía abandonada. Mis amigas se habían olvidado bastante de mí. En segundo año, es decir el año pasado, comencé con contínuos dolores de panza, a partir de marzo empecé a ir a un gastroenterólogo que me recetó miles de medicamentos que no me hacían mejorar para nada hasta que finalmente luego de un analisis y una endoscopía me diagnosticaron celiaquía. Para esto yo habia perdido varios kilos y no me acuerdo bien como empezó todo, pero mas allá de toda esa mierda de enfermedad y de vivir practicamente de médico en médico, podía rescatar que me veía mucho mas linda y estilizada, todos me lo decían. Tanta fue mi satisfacción, que empece a hacer dietas estricas, contando cada caloría hasta que me obsesioné y bajé demasiado de peso con la excusa de no comer porque 'me sentía mal'. En parte me sentía mal, pero era más que nada la necesidad de ser linda ya que era un completa inútil, que prefería morir. Lo sigo siendo. Empece a tirar la comida, arrojarla por el hinodoro, intentar vomitar y mas que nada MENTIR. Mis papas me llevaron a otra ciudad a ver a otros doctores porque no mejoraban hasta que empezaron a dudar de una 'posible' anorexia y me mandaron al psiquiatra, al cual también le mentí y lo único que le dejé descubrir era que estaba sumamente triste, todo el tiempo. Odiaba ir a ese lugar y verlo hablar de mí con papás mientras yo estaba presente. Odiaba que me recete antidepresivos, como si una pastilla de mierda fuese a arreglar mi vida. Estaba perdida. Estaba cansada de mentir, estaba cansada de todo. Finalmente, empecé a sonreir solo para que me dejasen en paz, y a comer. Ahora estoy en un peso normal según los medicos, más gordita pero bien según mis amigas, gorda según los chicos, asquerosa según yo. No sé cómo engordé los kilos que me faltaban ya que mi anorexia sigue incluso ahora, sigo contando calorías, pero más que nada cargando con ese peso en mi conciencia de todos los prolemas que les ocasioné a mis padres y que nunca se enteraron, me odiarían. Hace un par de meses, apareció una mancha de humedad que brotó desde abajo en la pared, tengo miedo de que sea una cañería rota por toda la comida que tiré. Estoy muy asustada, que se enteren de eso sería lo peor que podría pasar. Aunque quizás sería un favor, un empujón para por fín hacer lo que tanto deseo desde hace tiempo, matarme. De chiquita me mandaron 3 años y medio a catequesis, me obligaban y terminé odiando la religión, siendo atea. Pero hace un par de meses, volví a rezar por las noches, es el único apoyo que encuentro. Creer o reventar.

Mi familia sigue siendo igual, esta casa es un infierno. Si mi mamá no está enojada por que sí, está gritando a la par de mi hermano. O sino, él está diciendome cuánto me odia. Mis amistades también igual. Tengo amigas pero ninguna sabe de esto, nunca supe cómo contárselos y tampoco le derían importancia ya que apenas se acuerdan de que existo. No las culpo, nadie quiere a una depresiva.