Existen ocasiones en que no se si vivo para cumplir con algún propósito, o si simplemente me apego a la existencia porque respiro.
Es así, desde mi perspectiva, levantarme cada día es solo resistir sin caer frente a todos los ojos que están pendientes de el momento en que caigas para tirar sobre ti las cenizas de sus propios pesares.
Desde casa, si no cumplo con cada requisito, temo que podría ser rechazada por mi familia, a tal punto en que tenga que abandonar mi hogar; y no lo digo por cosas como horas de llegada, o reglas sobre las tareas del hogar; lo digo por que las diferencias ideológicas y de creencias se hacen cada vez más evidentes, y con padres como los míos, tan apegados a su religión, que por no pensar en lo mismo que ellos te harán sentir la peor persona del mundo, su poder de manipulación es tan grande, que podrían hacerte desear la muerte si descubrieran que piensas diferente.
Vivir así, toda una vida, casi veinte años guardando todo lo que pienso y siento, hacen que sienta estar en una pompa de jabón, que en cualquier momento puede reventar.
para que eso no suceda, mantengo mis contactos con las personas bastante limitado, así nadie se dará cuenta que soy diferente, pero eso me consume. Como seres sociales, los seres humanos tenemos la necesidad de conectar con quienes nos rodean, por lo que una de mis torturas es no poder hacerlo.
En mi afán por sentir este tipo de conección, o al menos intentarlo, acudo a ustedes en busca de ayuda.
incluso me avergüenza pedirlo, pero en vista de que mi control emocional está disminuyendo, y que no quiero llegar a cometer actos nocivos lo haré.
Puedes darme tu número? yo te llamaré, pero no se si sea capaz de entablar una conversación, o de saludar siquiera. Solo quiero escuchar tu voz, como si hablaras de tu día hacia la nada, como si pudiese ser tu amiga.
No se si es demasiado lo que pido, y espero no haberlos molestado con este largo texto, sin más que decir me despido, y hacia ustedes dirijo el mejor de los deseos.