Hay día como hoy en los que piensas que todo tiene que llegar a su fin. Hay días en que quizás merezca la pena parar y bajarse de este tren que ya no me lleva a ninguna parte. Y ese es el problema, que ya no tengo ningún destino. Que lo que antes me llenaba de vida, ahora me llena de ansiedad y es tanto el sufrimiento que no lo soporto. Que me cuesta sonreír, y hablar y vivir. Que estuve esperando demasiado tiempo esos ojos que nunca me miraron, esos brazos que jamás me abrazaron y ahora, con el paso del tiempo, con la ansiedad que tengo, lo único que me gustaría es dormir ya para siempre. Se que ahora no tengo el valor, que hasta para esto soy cobarde, pero busco un rayo de fuerza para lograrlo, para dejarlo todo bien hecho y al menos no causar mas agobios a mi familia. Ojalá tuviera la fuerza para hacerlo, pero hasta en esto fracaso.....