Siento un torbellino en el pecho, la fueia de la madre tierra inundando mi ser. La angustia no me deja respirar a un compás normal, se acelera, se acelera; deseo con ansias, llegar a ese último aliento, a ese últiml suspiro, al descanso eterno que solo un enorme estruendo hacía mi cien me garantizaría, hacía ti, indeleble suceso, suicidio.