Llevo pensando en el suicidio desde los 16 años, ya llevo varios intentos sin concretar, y no diría que he sido alguien que se pudiera considerar como normal. Desde siempre fui demasiado retraído y casi siempre estaba solo. Dejé de tener amigos antes de entrar a secundaria y desde ese entonces mi vida social siempre fue muy difícil. No he tenido pareja nunca, ni relaciones sexuales, ni siquiera he dado un beso a alguien.

No podría decir claramente a que se pudiera deber todo lo dicho anteriormente, nunca fui tratado debidamente por un profesional que me diagnosticará, aunque si inicié terapia alguna vez, pero al final la dejé.

Si tuviera que hablar de mis malas experiencias,pues, fui el menor de dos hermanos y tan solo era de un año la diferencia con mi hermano mayor, así que de algún modo las personas tendían a juzgarnos a ambos como de la misma edad y capacidades. Siempre me sentí un segundón y y era siempre presionado para ser igual a mi hermano y mostrar las actitudes consideradas típicas de un hombre, y no lo conseguía. Recuerdo las bromas que me hacían todos,incluso los adultos de mi familia, insinuando que era débil y llorón o incluso que me portaba más como una niña, siempre me hizo sentirme como inferior o algo a parte.

Crecí así, llevando siempre todos esos sentimientos e inseguridad, creyendo que estaba bien porque así es como era y debía ser: alguien débil, cobarde y hasta marica. Mi forma de defenderme ante esos sentimientos y el mundo siempre ser muy dócil y obediente, hacer lo que se me pedía y mantenerme dentro de los comportamientos que creía que se esperaban de mí o que serían mejor vistos, siempre poniéndome en un nivel menos que la mayoría.

Mis padres no fueron de mucha ayuda, eran un matrimonio que se casó siendo ya un tanto mayores y no pasaban mucho en casa. Además, mi padre es un frustrado por la pobreza y maltratos que vivió en su infancia, y siempre intentaba compensarlo siendo severo y distante con nosotros. Por otro lado mi madre era más cercana y jovial pero que podía llegar a aparentar un carácter fuerte.

El problema fue al ir creciendo y darme cuenta que mi padre no era más que un hombre débil e inseguro que podía llegar incluso a caer en lo patético y que me mi madre se ceñía solo meros estereotipos de una mujer fuerte y una persona feliz, en realidad ninguno mostró mucha madurez y tenían formas muy básicas de lidiar con las cosas o desenvolverse en la sociedad. Prácticamente ni mi hermano ni yo tenemos una relación con mi padre y en el caso de mi madre es una relación superficial.

Llegué con todo esto a la adolescencia, y allí fue donde todo comenzó a empeorar: no tenía modos de relacionarme con los demás y menos con el sexo femenino, sentía mucha inseguridad respecto a todo prácticamente (eso es más típico, supongo)y la relación con mi hermano se fue deteriorando también (él era mi relación más cercana desde el principio)debido a diferentes gustos y maneras que fuimos desarrollando: hoy ya casi ni nos hablamos.

Y así mi vida social se fue haciendo añicos, veía al mundo y a los demás pasar, y aunque mis compañeros en la escuela me trataban y bien y a veces querían integrarme, siempre fue algo sumamente frustrante relacionarme con otros, y hago énfasis nuevamente a la relación con las mujeres. Siempre lo encontré como algo muy abstracto y sentía cierta sensación de ser poco grato para ellas, aunque en realidad he llegado a gustarle a algunas y he llegado a notar a mujeres que me miran cuando voy por allí o hasta hacen algún comentario favorable, lo cual querría decir que no soy un hombre poco atractivo, más sin embargo persiste la sensación, pero es más como si sintiera que hay un defecto que debo evitar que se vea, algo que fueran a notar al iniciar una relación conmigo, y que mientras no arregle, va seguir fastidiando

No sé el porqué de este problema, a veces creo que fue porque no llegué a relacionarme mucho con mujeres durante la temprana edad: estaba mi mamá, claro,pero siempre fue extraño verla como mujer ya que sus formas de ser no siempre correspondían a lo típico, y en cuanto a las niñas de mi edad, casi siempre fueron primas mayores que no me tomaban en cuenta.

Además de los problemas que ya dije, también durante la adolescencia, desarrollé una adicción al porno y a la masturbación que aún mantengo. Claro que eso no es todo lo que hago, de hecho he llegado a desarrollar hábitos que me podrían hacer ver como alguien culto o inteligente: leo, hago rompecabezas, me gusta lo clásico, etc. Pero volviendo al punto, esa adicción de la que les hablo llegó a causarme problemas de salud debido a una infección urinaria causada por hacerlo con las manos contaminadas que se propagó hasta la próstata, y que por vergüenza mantuve en secreto por mucho tiempo. Además comencé a sufrir constantes dolores de cabeza y ahora no hay momento en que no me duela (todo eso aproximadamente desde los 17 años), y además llegué a tener desórdenes alimenticios y desórdenes de sueño que aún me afectan. Y así los problemas emocionales y físicos han ido juntos hasta ahora sin que haya llegado a tratarlos, no es que no lo intentara, al menos no en el caso del dolor físico, pero a los doctores les resultaba difícil creer mis síntomas, sobre todo porque es muy poco común que un adulto joven padezca de la próstata. Al final empeoró el asunto de la próstata y tuvieron que inyectarme antibióticos, más después que se acabó la infección la próstata seguía inflamada pero, fue justo allí cuando entré más a fondo en depresión y no me seguí tratando, además seguía doliendome la cabeza y comencé contemplar más serio el suicidio; ya estaba en la universidad para cuando esto último, y es allí donde viene la peor parte.

Cuando entré a la universidad no dure ni dos meses y me salí, no tuvo que ver nunca con que me resultara muy pesado o no fuera la carrera para mí, sólo no me sentía bien y me sentía perdido y me marché.

Estuve todo un año sin hacer nada en mi casa, al siguiente año retomé los estudios pero me pasó lo mismo, sólo que no tuve valor de admitirlo y comencé a considerar el suicidio antes que lidiar de nuevo con mi fracaso. Ahora el gran problema es que llevo más de tres años prometiendome a mí mismo que voy a matarme, y a pesar de haber estado cerca, eso no ha pasado y sigo sin decir a nadie que renuncié, me la he pasado todo el tiempo engañando a todos.

Pues, ahora mis padres me han pedido una constancia de estudios con motivo de unos trámites y no sé que hacer. La principal opción que considero es suicidarme, pero, a pesar que he ganado algo de tiempo, no lo consigo y no creo poder lidiar con lo que sería si admito la verdad.

Por favor, sé que muchas de las cosas que he dicho son de lo más estúpido y que seguro ustedes no verían razón suficiente como para ser miserable y querer matarse, pero si pueden, diganme algo al respecto, en serio lo necesito.