Despierto, por la mañana o madrugada, despierto aún sin tener motivos para despertar, todo parece increible hasta volver a la realidad y darse cuenta de que sólo me tengo a mi misma. Ha pasado tiempo desde que me di cuenta que tengo depresión, los monstruos de los recuerdos regresan cada que quieren para atacarme con odio, rencor y/o remordimiento, una palabra que retumba en mi cabeza cada segundo, "muerete" "suicidate".

"Anda, suicidate, ¿o ni eso puedes hacer bien?" Pues no, no tengo la valentía, quizá tengo miedo de dejar todo lo que he logrado, miedo al olvido, miedo de pensar que en realidad no hay nada después de la muerte; pedo de algo estoy segura, no es por miedo a dejar gente atrás, porque no hay nadie en mi vida que valga la pena, nadie ni nada que me haga desear vivir, y es que, simplemente ya no veo un futuro, o mejor dicho...

Ya no lo quiero.