Soy Sophia de Chile, no compartiré mi edad pero soy solo otra adolescente melancólica. Y es que esta es una etapa de vida tan frustrante y cargada de nuevos sentimientos que es difícil manejarlo todo de una vez, pero, ¿No se supone que esta etapa también existe para poder sentirse bonitx, amar por primera vez,cometer locuras y encontrar amistades que te acompañarán por el resto de tu vida?, ¿no?, no me ha pasado nada de eso, y apuesto a que al 80% de gente en este sitio tampoco y que por eso están aquí.

Descubrí este sitió web hace unos minutos porque estaba buscando formas factibles y poco dolorosas para suicidarme, (quizás ocupe una forma dolorosa en el futuro, ¿quién sabe?, me odio tanto que no merezco nisquiera el placer de morir en calma).
Hace casi 5 años que comencé a cagarla con mi vida y con mis padres, todo comenzó en 2013 con las malas juntas, le traje un final de año realmente estresante a mi mamá y solo fue el comienzo de una secuela de momentos que iba yendo de mal en peor. Ese mismo año se generó un transtorno mental en mi (que es bastante común, pero muy pocas personas lo tienen en un nivel grave de desarrollo, que llega a ser algo como un transtorno obsesivo-compulsivo como lo tengo yo) llamado "dermatofagia", que provoca que te muerdas tu piel. Desde ese momento, mis papás siempre me echan la culpa de que yo soy la única culpable de tenerlo, que si yo quiero puedo parar, pero indiscutiblemente no puedo, lo siento, no puedo dejar de hacerme daño inconscientemente, no puedo curarme los nudillos de las manos en un santiamén, simplemente no puedo, mucho menoz cuando se el mal que les estoy causando en su vida. Lo siento, papás, los he decepcionado otra vez.

En 2014 sufrí de bullying porque estaba muy gordita, en 2015 atropellaron a mi mejor amiga frente a mis ojos que casi muere de un derrame cerebral, en 2016 estuve sola, me cambié de colegio y nadie se acercaba a mi por ser muy fría, en 2017 conocí a mis dos amigos cercanos que tengo el día de hoy, sin embargo me pelee con mi mejor amiga de la vida y ella no quiere saber nada de mí. Me deseó lo peor (y sí que lo está consiguiendo), y se marchó. Decidió dejarme sola luego del suicidio de un amigo, ella lloró su muerte sin conocerlo y de la nada comenzó a tratarme a mi y a todos de manera inferior y desagradable. Supe ahí que tenia que frenar los carros.
Sí, Consuelo, te extraño muchísimo, pero por favor, mo vuelvas.

Este año comenzó mal. Tal parece que mis padres se aburrieron tanto de aguantar tal cagadero que hago siempre, que decidieron amenazarme con quitarme la única alegría que me queda en la vida (que vendría siendo mi pequeño niño, Cooper, un perrito que me acompaña desde hace casi dos años) porque "soy una mala dueña", "lo tengo abandonado", "no le doy de comer", "no lo saco a pasear", me lo quieren quitar y simplemente no soporto la idea de que me quiten la fuente de mis sonrisas mañaneras. No puedo vivir sin él, creo que me suicidaré si eso pasa, no lo se.
Mi padre me comenzó a ignorar por ello, dejó de decirme buenas noches, de dirigirme la palabra, solo me habla para quejarse de cómo trato tan mal a mi perro (que no es verdad) y de cómo un día voy a llegar a casa y no va a estar para ser el único que reciba con alegría mi presencia.
Mi mamá me habla pero no precisamente para tratarme como su princesa hermosa. Sólo me grita, me reta por no ser suficiente, por ser mala hija, por ser un fracaso, por no poder dejarla tener un día en paz, que siempre que sale conmigo le hago el día "cuadritos", etc. Según ella hacen esto y otras cosas (como decirme lo gorda que estoy y lo excesivamente redonda que está mi cara) porque me "aman", que si no lo hicieran, se quedarían callados. Pero si me caigo cruzando la calle como ayer, no muestra interés, sólo me reta por haber roto sin querer mi ukelele dado a mi innegable torpeza.
Ayer iba a casa de uno de mis dos amigos a juntarme con ambos, y hasta ellos hicieron una mueca al notar cómo me gritaba mi madre en vez de preocuparse por las heridas que me hice y en la probabilidad de que me hayan arrollado en la caída.
Le falta decirme que lamenta que se le haya roto el condón al parecer, o quizás sí querían una hija pero se equivocaron de cigüeña y las expectativas que esperaban obviamente no se cumplieron.

En el futuro quiero ser actriz, actuar en el películas y en series estadounidenses, es mi sueño más grande y yo tenía la certeza de que iba a lograrlo pero...
Si no tengo el apoyo de mis papás no lo haré, no tengo nada que ganar en la vida si decido ser una actriz chilena, viviría bajo de un puente bebiendo de las aguas del río mapocho; así que opté para decirle a mi mamá. No se lo tomó en serio, nunca quiere hablar del tema, creo que la decepcioné, pero el punto es que sus gritos y a veces golpes (que también vienen de parte de mi papá a veces. Esos son los peores), se me hacen lo único real en mi vida. Me despiertan de mis expectativas, de mi sueño inminente, me quitan las esperanzas y acabo yaciendo en el larcho de la desesperanza. No quiero esto en mi vida, pero llega un punto en que no puedo no llorar en las noches. Me siento tan sola, me falta tanto el apoyo materno, el paterno, el de una amigA, el de un novio que por más que espere no va a llegar porque nadie se fija en las "sobras"...
Me hace tanta falta el amor propio, la calidez que tenía de niña, me hace falta la ternura, el cómodo hogar que provoca un abrazo bien dado, me hace falta un "lo estás haciendo muy bien, mi niña", las lágrimas de mi papá al haber hecho algo bien, las pláticas tontas que hace una madre sobre niños... Me hace tanta falta tener a alguien con quien pueda vivir y no morir lentamente por dentro...

Tuve una infancia hermosa en Santiago, quizás sea la única etapa realmente feliz que experimente en mi vida, era una niña linda, tierna, flaquita, que todo el mundo amaba, era la regalona de mi papá, la princesa de la casa, lo era todo para todos.

Pero dejé de serlo hace mucho tiempo, ahora el ejemplar es mi hermana y yo solo soy una princesa frustrada a quien le faltan motivos para seguir adelante con su vida.

Oh, cuánto daría por un "Buenas noches, mi niña" más, por un nuevo besito en la frente, por un nuevo chiste de mi papá contado en el balcón del departamento que tenemos em Coquimbo, por un abrazo, por una caricia en el pelo, por un halago de padres a hija, por una pareja que me enseñe a amarme, por una amigA que tontee conmigo, viva experiencias nuevas trambólicas conmigo y me escuche mis dramas en la madrugada cuando más tengo ganas de abandonar todo porque ya me encuentro en la absoluta miseria.

O quizás no, quizás esté exagerando porque la adolescencia ata un caos en la caja de emociones como dije antes, comienza su show interminable hasta que te cansas, no das más y comienzas consigo la adultez.
Quizás la adolescencia hace sentirse todos en algún momento así de incomprendidos.
O quizás no, no lo se.
Nunca podrás saber exactamente por qué un suicida quiere suicidarse o por qué un depresivo está deprimido, son infinitas razones y un sentimiento muy pesado que desemboca en la muerte interna o física, o en ambas.
Nunca podrás saberlo con exactitud.

Si leíste hasta acá, muchas gracias