Desde los trece años padezco transtorno de ansiedad generalizada, sólo que fui por muchos caminos hasta tener nombre propio. Ataques de pánico, crisis de nervios en las que sólo pensaba en morir, crisis de llanto interminables, ganas de dormir por meses sin tener fuerzas para levantarme. Nose si hay una cura para los transtornos psicológicos, mi vida todos los días depende de mí, pero es que a veces la cotidianeidad se hace insoportable y yo, como muchas personas con transtornos de ansiedad, nosé vivir.
Cuando era más chica lo que me tranquilizaba era escribir o cortarme en los brazos con una gillette o con la llavecita de diario íntimo, o dormir, la solución siempre fue dormir, pero es que a veces no podemos.
Con el tiempo a los ataques de pánico logré controlarlos, lamentablemente mi estabilidad emocional siempre dependió de alguien más, o de un amigo/a o novio. Nunca me sentí del todo feliz, las personas como yo aprenden a conformarse con pequeñas cosas, como pasar unos días sin taquicardia o sin que la realidad te afecte demasiado.
El problema de esto es que somos ansiosos y queremos todo ya, queremos dejar de sentirnos mal ya, queremos acabar una carrera ya, queremos dejar de pelear ya. Pero en ese transcurso de tanto pensarlo terminamos agotados y decidiendo dejar todo por la mitad. Así soy yo, nunca termino algo y eso a la larga o a la corta te termina frustrando.
Pero lo que mas me frustran son las relaciones interpersonales, siempre estuve atravesada por relaciones violentas o tóxicas o intensas, nunca acaban bien y hoy estoy terminando la relación que más me duele. Porque esta vez me puse a disposición de tratamientos psicológicos, de pastillas y en el medio me enamore de una persona excepcional. Teniendo tantos altibajos en mi vida pensé que esta vez podía controlar, que ya eran muchos años en la espalda de desequilibrios, que más o menos podía guiarme en el camino. Pero, me equivoqué. Y ahora si que después de pegarme tantos golpes contra la pared (y hasta de forma literal) me doy cuenta de que yo no puedo nada ni tengo fuerzas.
No puedo ni terminar mi carrera aún cuando lo que más amo hacer es teatro. No puedo quererme. No puedo confiar en mí y tampoco puedo mantener una relación. No puedo nada y esta vez estoy harta. Y soy una cagona, si fuera tan fácil desaparecer me hubiera matado en tantos momentos pero tengo terror al dolor y a lo que pueda pasar después.
Pero yo sin él no puedo continuar y tampoco quiero seguir lastimandolo a él. Nadie se merece una persona como yo a su lado.
Tengo ganas de morir.