Hola, me llamo 'Luna', realmente no es mi nombre, pero odio mi nombre real, lo odio tanto como puedo odiar cada centímetro de mi ser. Tengo 17 años y mi historia comienzza a los 14, relamente siempre fui una chica muy tímida, de escasos amigos, por no decir ninguo. Toda mi vida me avergoncé de mi físico, sentía que no podía existir en el mundo alguien tan fea como yo, por eso intentaba no hablar, sentía que callada la fealdad se aplacaba un poco. Por eso la gente que podía entablar amisatd conmigo, al poco tiempo se alejaba, probablemente al hartarse y aburrirse de mi timidez. Toda mi vida quise saber lo que es un verdadero amigo, hasta ahora, lo que es tener un hombro en el que llorar y una persona con la que puedas contar siempre y siempre esté dispuesta a escucharte y a la que le importes, una persona que me considere su primera opción, no que me hable solo cuando esté aburrida o se le acaben sus amigos. Entiendo que pueda ser una persona no tan interesante, incluso detestable, pero quiero que alguien se interese realmente por mi.

Volviendo, a los 14 empezó el verdadero infierno. Hasta los 13 fui una chica completamente segura de sí misma, con ideas y metas fijas, a la que la daba igual lo que pensase el mundo de ella si era gorda, fea o enana (porque adquirí cierta seguridad entre los 11 y 13 años) y que estaba dispuesta a comerse el mundo, pero evidentemente como toda adolescenete escuchaba comentarios a los que a pesar que intentaba ignorar, no podía ser indiferente. 'Gorda', 'Menudo culo que estás echando', 'Fea', 'Tonta', 'Qué piernas más gordas tienes', 'Qué caderas más anchas', 'No nos importas', 'No te queremos aquí', etc, etc... Poco a poco, esto fue apoderándose de mi cabeza hasta que no podía más, era un rechazo total, era la que siempre se quedaba sin grupo, a la que aislaban cuando hablaban en grupo, a la que miraban de arriba a abajo como si fuese un bicho raro para luego burlarse de ella, miradas de asco, comentarios hirientes, todo se juntó, me llenó de inseguridades, me anulé como persona, me mataron y a los 14 años dejé de comer, no sé si exactamente para adelgazar o para que el hambre me demostrase que aún seguía viva... Mi vida se convirtió en eso, ayunos, ayunos y solo ayunos. Nada podía entrar a mi estómago. La anorexia me atrapó, 2 meses y 16 kg menos. 35 kg. en el instituto nadie lo notaba. Eso me desesperaba, ¿es que seguía siendo gorda? Fue en esos momentos de desesperación que empecé a hacerme daño, cualquier objeto puntiagudo servía para rasgar mi piel... No llegaba ni a sangre pues nunca usé cuchillas, ni tijeras, ni nada de eso... Mis padres no me dejaron seguir adelgazando así que pasé de ardor de la anorexia al infierno de la bulimia.

15 AÑOS, un bachillerato con el que no podía, mis excelentes medias caían en picado, la bulimia me consumía, era mi día a día, no había día en el que no vomitase, evidentemente los atracones previos a las purgas, me pasaron factura, subía de peso y mi vida empezaba a desmoronarse... Me quería morir. Era tanto dolor, estaba vovliendo a ser aquella gorda a la que todo el mundo humillaba, fue ahí en el intento de aliviar ese dolor insoportable que empecé a 'cortarme' literalmente... pasando la cuchilla sobre mi piel era el único momento en el que olvidaba el infierno que era mi vida, solo podía ver la sangre bajando por mis brazos mientras las lágrimas lo hacían por mis mejillas. 

Hoy, tengo 17 años y las cosas no han cambiado mucho, 3 intentos de suicidio, la bulimia me sigue consumiendo y tengo los brazos, piernas y tripa repletos de cicatrices. El dolor parece imposible de calmar. A veces siento que ya no peudo más , es entonces cuando tengo que lidiar con estos pensamientos suicidas. Sé que quiero morir pero también sé que no quiero fallar. Quizá es una excusa para luchar un poco más pero estoy completamente sola, no tengo amigas ni amigos, las voces en mic abeza me recuerdan cuán desagradable soy y el reflejo en el espejo es como un monstruo que estropea cada uno de mis amaneceres, estoy cansada de vivir en este sinfín de sufrimientos, en esta soledad y depresión absoluta. Quiero dejar este mundo. Simplemente, ya no puedo más. ya no...