Nunca desee convertirme en un solitario,nunca quise aislarme totalmente del mundo,nunca quise terminar totalmente solo pero es el destino que me ha tocado y tengo que aceptar.Dentro de mi vive una profunda y espesa oscuridad que no me permite ver la luz,mis ojos negros han perdido su unica pizca de luz que alguna vez lo adornaron,mi vestimenta oscura es un reflejo de mi interior,es el reflejo de mi corazón,no importa donde vaya no hay nadie a mi alrededor.Las calles estan totalmente vacias,el cielo gris adorna mi mundo acompañado por un frio viento que nunca calma.Miro a mi alrededor y todo es tan tranquilo,todo es tan calmado y el silencio es mi unico amigo.El sonido suave y a la vez cortante del viento envuelve mis sentidos,tengo fuerzas para luchar y una infinita energia pero la espesa oscuridad de mi corazón seca mi alma a cada segundo.Camino por una ciudad totalmente desierta,no existen edificios altos ni grandes edificaciones,solo casas vacias rodean la ciudad,verdes arboles expresan un sonido que acompaña al estridente y helado viento,por mi parte yo no siento frio,ni tampoco calor,soy solamente un alma en pena buscando alguna razón para renunciar a este lugar totalmente vacio pero siento a pesar de todo que existe una minima gota de esperanza en este lugar.Cuando miro mi reflejo en los espejos veo solamente a mi oscuro yo,veo esa densa y espesa niebla reflejada en mi figura,sus ojos serios,su expresión misteriosa y su perfecta calma y tranquilidad.En ese momento es cuando vuelvo a hablar nuevamente y pregunto a mi oscuro yo:
-¿Que quieres de mi?¿Porque me has traido a este lugar?¿Porque existes?¿Cual es tu proposito?-
Pero mis palabras son vanas pues mi oscuro yo no expresa palabra alguna,solo fija su seria mirada en mi y me observa fijamente...de pronto el viento sopla y escucho una suave voz que susurra en mis oidos:
-Eres igual que yo...