Pensé que ya había salido de esto, bueno, sé que no se sale de la depresión, pero pensé que estaba lo suficientemente estable como para no recaer en un buen tiempo, hace 3-2 años, estaba en un episodio de depresión, era un martirio el sólo levantarme de la cama, a veces me costaba dormir, otras podía dormir 14 horas y despertaba cansada, fue por tantas cosas, pero poco a poco fui mejorando, ya no me sentía triste, hasta hace poco, creo que mi vida no esta tan mal como hace 3-2 años, ahora son cosas diferentes pero igual de dolorosas, descubrí que soy lesbiana, creo que no es malo, pero no termino de aceptarme, de por si mi familia esta en una situación delicada, pero no quiero que por mi culpa vuelva a pasar lo de hace 2 años, aunque aún así, les diga o no a mis padres ellos se van a divorciar,me esta yendo mal en la escuela, pero eso más bien es consecuencia,me siento estúpida y ya no entró a clases ni entrego tarea, siempre he tenido baja autoestima, eso no se me a quitado, pero he sabido sobrellevarlo, soy de la cdmx y hace poco ocurrieron dos sismos, les tengo una fobia terrible, creo que eso fue lo que desencadeno los problemas que tengo ahorita,el hecho de saber que soy lesbiana, mis padres se divorcian, mi baja autoestima y el sismo, estoy hecha un asco, tomo pastillas para dormir, todo el tiempo me duele la cabeza, y por más que duerma no descanso, siento que la depresión regresa y tengo mucho miedo, no sé que hacer, me estoy ahogando de nuevo, en el mismo pozo en el que jure nunca volver a entrar, la verdad prefiero matarme que volver a pasar por lo que pase, es una desesperación tan pesada, que no deja respirar, me daban ataques de ansiedad, comía mucho, oía voces, insomnio, me autoflagelaba, no quiero regresar a eso, el simple hecho de pensarlo hace que el suicidio no suene como mala idea, pero no me pienso suicidar, no quiero afectar a la gente que me aprecia, sin embargo ¿es justo soportar este dolor con tal de no afectar a terceros? Ya no sé que hacer, esperare poder soportar el dolor lo suficiente para no perder la cordura y tal vez, como la otra vez, superarlo después de un tiempo