A A&G

Todo comenzó curiosamente después de haber terminado y superado una difícil relación a distancia de casi 5 años donde mi corazón, mi mente, mi vida y todo mi entorno cambiaron, con mucha voluntad y amor hacía mi misma logre salir de una relación del cual cambió mi vida, comencé a tomar como pude las riendas de mi, la batuta de mi vida, en aquel entonces, después de tantos intentos, paulatinamente lo conseguí cuando ya tenía mayoría de edad, hasta que sin querer volví a conocer a alguien por la red llamado Gabriel que sin querer también a distancia, de la manera menos inesperada, coincidimos.

El y yo, el menor que yo por dos años, con mucho tiempo libre, viviendo en Estados Unidos, hablando casi el mismo idioma, una enorme coincidencia que con la circunstancia nos llevó a hablarnos, llegar a coincidir en el tiempo, a tener horarios juntos donde nos preguntábamos cosas tontas, diferentes, acerca de nosotros, de como veíamos la vida, de nuestros problemas, de la familia, estábamos el uno para el otro sin querer todos los días y las charlas en la madrugada nos envolvieron más y más, ya podría decir que lo conocía lo suficiente, repentinamente un día me di cuenta que me empezaba a gustar, me gustaba platicar con el, me gustaba su manera torpe de hablar mi idioma, sus expresiones, la manera en como me procuraba, de como me hacía parte de su vida de la manera en como me escuchaba pero entre tanta comodidad me aterraba la idea de estar nuevamente con alguien a distancia, así fue que complique más las cosas...

Ya no hablábamos seguido, ya no le enviaba mensajes, el en su desesperación llamaba mi atención de muchas maneras, quería seguir sabiendo de mi, pero yo no...

El se molestaba y se quejaba conmigo, "¿por qué no me mandas mensajes?, ¿por qué ya no me llamas?, ¿por qué las cosas no son como antes?" el me preguntaba muchas ocasiones; "así soy yo" era mi excusa, no me gusta mandar mensajes primero (idea ridícula, acostumbrada a que los hombres se interesen por mi primero, idea que me ha hecho ser así), el disgustado quizá enfadado insistió, aún así me dijo que yo le gustaba, se sinceró, habló sobre lo que le había hecho sentir, que con tan solo mi voz y mis sentimientos le había despertado amor hacía a mi pero fue cuando las cosas dejaron de ser las mismas de antes, los días seguían, me seguía apartando pese a que yo también sentía lo mismo, pensaba en que no quería caer en estar nuevamente en una relación a distancia, tormentosa, sin fin, donde sabía que iba a perder, donde el no iba a hacer lo suficiente por mi, hasta que en el 2013 conocí a un chico que vivía en otro estado y que sin querer se conocían, ya habían platicado, y sin saberlo también tenían contacto a distancia, aunque el chico llamado Rafael y yo empezamos a tener una amistad más estrecha no podía alejarme de Gabriel, continué no teniendo la misma frecuencia pero si casual, de vez en cuando...

Rafel y yo nos hicimos muy buenos amigos, más aún teniendo cosas en común, empece a platicar con el diario, desde que me levantaba hasta que me iba a dormir, me enamoré. Un día a mitad de año me dijo que quería conocerme, que tenía la oportunidad de conocerme, de viajar hasta donde yo vivía para conocerme... Nunca había hecho algo por mi... Acepte con gusto y así fue, nos conocimos, dimos una caminata, sentía una atracción muy fuerte con el, platicamos de todo, desde sexo, familia, universidad, ese día fue único, pues vi tanto hasta en sus ojos, en el; hasta que en la noche toco el tema, un instante todo parecía congelarse, después de incluso ver en sus ojos una chispa, me sentí petrificada, mencionó a Gabriel, astutamente sin pensarlo dos veces alardeo que el era mejor que el, que Rafael, tenía todas las de ganar y que el era el adecuado para mi, no sabía como, ni como demonios sabía que el sentía cosas por mi, pero me hizo sentir preocupada, con mi mente pensando en Gabriel y en el... no sabía que hacer, así que deje fluir el tiempo y las cosas en marcha.

Meses después de su visita Rafael y yo nos hicimos novios, en secreto, inseparables, pero curiosamente en octubre, me dijo Gabriel que venía a mi país, yo con el corazón en la mano, pensé que sería lo mejor, vernos, conocernos al fin, así que tras una larga insistencia el accedió, hasta después de una larga espera que cada minuto que espera tras la puerta de su casa por fin lo vi pasar, con mi madre desesperada porque me había hecho el favor de ir a donde el se estaba quedando, de casi regañarme y abandonarme allí; sin embargo cuando lo vi, parecía que el tiempo pasaba lentamente y los regaños ya no me importaban, pero cuando me vió, el ya no quería salir conmigo, después de como un par de horas salió de la casa donde se hospedaba y salimos, mi madre mal humorada me dejo y lo único que recuerdo es que la pasamos muy bien hasta en la noche que lloré por el, por nosotros, por todo lo que había pasado, por haberme lamentado el no haberlo escogido a el, hasta que el tiempo nos separo, el tuvo que irse. Al pasar los días me arme de valor de llamarle, el me comento que ni quería verme pues el sabía que no valdría la pena pero al vernos y tenerme cerca confeso que quería besarme... yo también le dije que me hubiera encantado, verlo allí para mi, estar juntos, me sentía muy bien, completa por lo que me llevo a decirle a Gabriel que mejor me dejara de hablar, el entre lagrimas me dijó lo contrario, "Rafael no es el indicado", ya sabía que éramos más que amigos pero yo orgullosa le di a entender que no lo necesitaba en mi vida. Gabriel desesperado quería y seguía aferrado a mi, yo a el, una parte de mi se quebraba, pero sabía que había hecho la mejor decisión de mi vida.

Sin embargo, con el tiempo me di cuenta que Rafael era lo contrario, no me daba mi lugar, parecíamos solo mejores amigos, me lleno de detalles muy particulares, teníamos mucha comunicación, me apoyo a terminar mi carrera, me impulso a hacer mi servicio social, todo parecía normal, me sentía preparada para incluso con el perder mi virginidad y el aparentemente también, situación del cual no me arrepiento pero sus detalles eran únicos también pero eran más grandes mis traumas, la idea de que el fuera como yo quisiera que me amara, un amor de novela, me llevaba al parque, pero poco a poco todo iba desvaneciendo, tuve problemas con su familia, viajar hasta allá, el que no fuera detallista conmigo, exploté, terminaba esa relación y volvíamos a regresar, días después suplicaba que no se fuera, me trataba indiferente, el me apoyaba, no lo dudo pero de verdad parecíamos mejores amigos y yo carente de afecto, necesitaba amor, adicta al amor.

Llame una noche a Gabriel diciendo que lo sentía, con la cola entre las patas, le conté todo, santo y seña que hice, que incluso esa relación me hizo asistir al psicólogo, el parecía creerme, se enojó al principio pues haber perdido la virginidad y gran parte de mi inocencia con el, se sintió terrible pero a pesar de ello me dijo que estaba bien, que el iba a estar allí para mi que Rafael no era un buen chico, cegada de la realidad, el me rompió el corazón, una relación que creía que iba a valer la pena, quizá también a distancia y ya más tangible... era un engaño, tras días de incluso haber perdido mi virginidad con el, y habérselo comentado el me sin mucho que decir dijo que podíamos intentar algo, que el a pesar de las cosas iba a estar para mi, aunque sabía que me costaría recuperar su confianza.... su amistad y amor... un año pasó y con el mi primer horrible empleo.

Deje de ir a terapia, éramos algo que iba y venía, después de haberme graduado, de haberme sentido libre por haber renunciado, nos habíamos hecho de buenos momentos y malos momentos en secreto, habíamos reconstruido por lo menos para mi un muro que sin querer tiempo después y hoy en día es polvo.

A finales del 2013, al estar desempleada y con más tiempo libre, Sergio, un amigo que también vive en otro estado pero que teníamos en común Gabriel y yo de ya hace bastante tiempo de platicar a distancia, me habló por teléfono una tarde, un gran amigo empezó a sentir cosas por mi, yo que nunca me lo imagine, que sin creer en lo que me contaba por una llamada seguía sin creerlo, le dije que estaba bien, que la amistad seguía, pero el me interrumpió diciendo que me iba a mandar algo por correo (un detalle que tampoco alguien había hecho por mi), lo cual me sorprendió pues como me contó, al día siguiente había llegado a mi puerta un enorme paquete con mi nombre, inmediatamente le hable... y fue allí que ese muro que había según yo reconstruido con Gabriel se fue desmoronando.

Sergio se empezó a meter más y más en mis días, en mi mente, el mayor que yo por 6 años, supo como conquistarme, sabía como conquistar a una mujer, así que me dijo que quería conocerme, accedí, lo conocí, me conoció y días más tarde nos hicimos novios, Gabriel no sabía pero a diferencia de Rafael, me dio un lugar que nunca había experimentado, en secreto Sergio y yo estuvimos un par de semanas sin que nadie lo supiera hasta que se salió a la luz y a los oídos de Gabriel. Se derrumbaron las cosas entre Gabriel y yo aunque seguíamos hablando, le dije que me dejara de hablar, el accedió pero tras 4 bonitos meses, donde sucedió de todo, y bonitos porque todo era muy bueno, hasta que Sergio decide alejarme de mi, por querer auto realizarse pero por mal entendidos y orgullo, entre otros las cosas después no funcionaron, yo con mi cara de no quiero estar sola volví a contactar a Gabriel diciéndole que lo sentía que era un error, el ya con otro tono de voz me dijo que si pero las cosas no iban a ser igual.

Había conseguido otro empleo, y con el la oportunidad de visitar a Gabriel a su país, en el 2016, fui a conocerlo, la espera de viajar un día se me hacía eterna, pero después de cruzar la aduana a mitad de noche y pasar la puerta para por fin verlo, mi corazón se detuvo, quería besarlo, pero solo lo abrace, incluso molesta lo regañe por haberme mentido que no iba a ir por mi al aeropuerto, pero mis nervios me ganaron y dije que quería ir al baño, ya estando frente al espejo me vi nerviosa, feliz. Estando en el estacionamiento lo observe muy feliz, alegre, a diferencia de la última y única vez que nos vimos, me dijo que no tenía que ilusionarme pues no quería tener una relación con nadie pero to accedí, quise disfrutar de mi viaje con el, después de todo pensaba que quizá esa era la última vez que lo iba a ver, pero ya en la carreta me dijo que por fin podía besarme que después de 3 años finalmente podía darme un beso, lo hizo, eso y mucho más, a la mañana siguiente, como me llevaba muy bien con su padre me hospede en su casa puesto que su familia sus papas están divorciados, lo cual al día siguiente me dijo du padre que no quería que nadie fuera al aeropuerto más que el, fue mágico, me sentí completa, en ese viaje, conocí lugares, sus familiares, fue un sueño y a escondidas hicimos de todo... pero para no hacer el cuento más largo, nos besábamos en secreto, nos tomábamos de la mano también en secreto, pero hubo una tarde donde hablamos de que quería estar con el pero el no, no entendía muy bien su postura, pues su manera de ser conmigo y por como me comentaban de como era el me decían lo contrario, como una corazonada pues el pero me invitó varias veces a comer, pero el ya era otra persona....

El día que iba a regresarme a mi país me llevo a comer helado con su primo, pues soló tuvimos pocas horas juntos, la mayor parte del viaje estábamos acompañados, salvo una noche que hicimos el amor de estar pocas horas juntos, me sentí completa pues a pesar de haber hecho el amor y tenido sexo con otras personas con el era distinto, pero me dijo que me iba a extrañar ese sábado; no obstante ya en la noche, cuando me llevaba al aeropuerto me besó como nunca y sin saberlo como hechos el uno para el otro ya cuando estabamos solo el y yo, como si nunca más nos fuéramos a ver, quería llorar pero no pude, le comente que le había escrito una carta y que l había dejado debajo de su almohada, ya al estar a un paso de la sala se despidió de mi con un beso en la mejilla, yo... enojada le dije que me besará bien... partí.


Ya en la sala de espera aún no podía llorar, sentía demasiado, toda la noche viajando hasta la tarde del siguiente día para volver a mi país... Me mando un mensaje diciendo que me quería demasiado, los dos siguientes días fueron bonitos, mensajeandonos, hablándonos por teléfono hasta que todo volvió a ser como antes, peleas, inconformidad y desinterés de su parte, yo llorando le decía que quería estar con el pero el me recordó que no tenía que ilusionarme y que no quería nada conmigo, me rompió el corazón. Los siguientes días fueron peores, me dijo que iba a quizá venir en febrero del año 2017, le dije que estaba bien, pero no sabía porque me lo decía, no supe porque, quién sabe, me decía que iba a ir a conciertos con una amiga de el, hasta que ya no pude más y le dije que ya no quería saber nada de el, pero el aún quería mi amistad, yo no quería ya nada, me dejaba llorando sola...

Le mencione que ojalá y nunca se convirtiera en algo que no le gustaría ser, todo lo que le mencionaba no decía nada al respecto... y ya fue que me colgó una vez más.

Dos días después me envió un mensaje, no le respondí, lo borre de todo lugar donde podría encontrarme, su familia termino enojada conmigo, quite todo.

Y hasta ahora intento liberar mis sentimientos después de todo esto, estoy desquitando mi enojo y mi tristeza, el que dejarlo ir desemboca muchas emociones pero al mismo tiempo me trae paz, pues ya no me hago ni me hace daño. A veces me pregunto que habrá pasado en su mente, que quizá es lo que tengo que pagar por todo lo que hice pero... es inevitable saber que pasó y que no volverá a ser lo mismo de antes. Ahora no me siento tan mal pues acepto mi culpa y enfrento de la mejor manera posible mis errores, que la vida sigue... pero me queda una herida una pregunta de saber que quizá pudimos ser el uno para el otro... En fin, si alguien lee esto, quizá no entienda muy bien lo que intenté plasmar aquí pues omití muchas cosas para ya dejar de que me importe esto, por salud mental, pero quién lo lea invito a que comente... que les pareció

Ahora intento seguir adelante por más doloroso que sea, ahora aprendo a soltar todo, pues se que tarde o temprano tiene que suceder.

Ahora le agradezco todo, agradezco cada momento que tuve con el y lo que me enseño y que forma parte de mi corazón de esa sensación de estar completa tal y como el me lo dijo cuando estábamos juntos.